La crónica en la radio o la crónica radial
GÉNERO CRÓNICA---- Conceptualmente hablando la crónica periodística es en esencia al decir de Gonzalo Martín Vivaldi, una información interpretativa y valorativa de hechos noticiosos, actuales o actualizados, donde se narra algo al propio tiempo que se juzga lo narrado.
También la radio se atiene a este concepto.
Para José Ignacio López Vigil el término crónica viene del griego kronos, que significa tiempo. Es el relato de un hecho como ocurrió en el tiempo. La estructura de la crónica , a diferencia de las notas, sigue un orden cronológico (de menos a más ) y no jerárquico (de más a menos).
“ Una crónica puede durar lo mismo que una nota ampliada “,dice. También puede extenderse, desarrollando más el cómo de la información .Lo específico, sin embargo, no está en la duración del relato, sino en su construcción interna, en la secuencia temporal de los hechos, contados de principio a fin, como pasaron en la realidad.
“Dicha construcción, ya se ve, entraña algo del ritmo dramático: hay crescendo de interés, hay desenlace, quizás hasta sorpresa.
También podemos comenzar la crónica por el final y retroceder al inicio de la acción, según el montaje tan usado en cine :Z, A,B,C.D,...Z.”
“ A una estructura dramática, la corresponde una redacción narrativa. En efecto, es característico de la crónica el lenguaje historiado, descriptivo, hasta un poco literario, para dar a conocer lo sucedido. Los hechos se cuentan, no simplemente se exponen. Los elementos de la noticia se encadenan, se van narrando, no se superponen como en las notas de prensa.”
En cuanto al estilo, lo que no se admite en la prensa escrita, menos puede ser admitido para la radio. Esto es el abigarramiento de imágenes y conceptos. Muy por el contrario el discurso narrativo, eje de la crónica, debe resultar accesible para el radioescucha.
Como plantea Julio García Luis “el estilo de la crónica se distingue por su lenguaje más rico y cuidado. Esto se debe entender dentro de la claridad, la sencillez y la concisión propia de la redacción periodística”, premisas que son aun más imprescindibles en los mensajes de la radio.
A nuestro juicio, en la crónica radial también son válidos los siguientes rasgos de forma y contenido:
-estilo libre, en el que lo objetivo y lo subjetivo se complementan.
-el núcleo es el hecho noticioso, la información que le sirve de base.
- la forma es informativa y narrativa, aproximándose al reportaje por la exposición de los hechos y al artículo por el juicio personal del cronista.
-no hay que atenerse a un orden descendente de la información.
-la narración requiere gracia, es decir, cierta dosis de imaginación, agudeza, detalle y colorido.
-el comentario puede aparecer expreso o elíptico, pero siempre soldado a la propia información, no añadido a ella
- el autor aparece personalizado; incluso puede narrar en primera persona.
-se impone por lo general la frase corta y el párrafo breve: el ritmo es rápido.
-el vocabulario es más rico, trabajado y pulido.
- su objetivo es iluminar determinado hecho o acontecimiento con una visión que subraya su trascendencia, su significado pero sin acudir a una argumentación rigurosa, formal, directa, sino mediante la descripción de la realidad misma, de algunas pinceladas valorativas y del manejo de factores de tipo emocional.
Según aprecio, en la crónica radial prima la primera aquella variante de la crónica en la que lo informativo transcurre en primer plano. Sea quizás debido a la fugacidad del mensaje radial. Por tanto el uso de recursos literarios debe ser comedido. Pensar en que el radioescucha no puede detenerse a reflexionar.
LA MUSICA Y LOS EFECTOS DE SONIDO
En el mundo de la radio no sólo la crónica debiera estar acompañada de sonido, pero si algún género periodístico lo reclama, ese es la crónica.
Quiero resaltar con esto, que algo que distingue a la crónica de la radio en relación con la prensa escrita es eso: la palabra hablada, la música y los efectos sonoros. Después de lograrse un buen texto, esos recursos deben estar presente en la crónica para este medio.
No concebimos que el periodista de la radio se conforme sólo con entregar su texto, grabado por él o por un locutor, sin que esté acompañado de música o efectos apropiados, que le ofrezcan ambientación o como elementos dramatúrgicos.
El mensaje eficaz es el que mejor llegue a su destinatario. Cierto es que el contenido juega el papel primordial, pero después, a modo de envoltura, de apoyo, de refuerzo, está la música y están los efectos sonoros.
Cierto es también que hay que utilizar bien esos recursos radiales, emplearlos en su justa medida, estudiar bien el objetivo que se quiere lograr: si es alegría, nostalgia, recuerdos. Pienso que la música ayuda a lograr esos estados.
A veces incluso, hay compañeros que llegan al realizador de sonido sin una propuesta de música o efectos por utilizar y dejan ese trabajo a libre albedrío o a la buena de dios como decimos comúnmente. Es un paso que requiere más trabajo, más tiempo, pero si lo hacemos sus resultados, bien lo sabemos, son mucho más gratificantes.
Es la crónica ese género que juega con los sentimientos, las emociones y qué mejor que acompañar la palabra, las inflexiones de la voz del periodista que narra, con acordes musicales o el efecto buscado en vivo o en los archivos de la fonoteca para llegar al corazón de las personas.
Debemos pensar además que la materia prima, nuestro trabajo intelectual parte de lo individual, pero el mensaje como producto comunicativo es obra del equipo.- De ahí la importancia de un trabajo conjunto entre periodistas, locutores cuando se requiera de ellos, y los realizadores de sonido.
LOS TITULARES EN LA CRONICA RADIAL
Otra arista de la que podemos hablar en la crónica radial es la relacionada con el titular. Sabemos bien que la fugacidad del mensaje radial, por el sencillo hecho de que no podemos dar marcha atrás a lo dicho, como sí podemos hacerlo en la prensa escrita si algo no entendemos, requiere entonces de redundancia del núcleo de ese mensaje.
¿No es ese acaso una de las funciones de los titulares? Sin embargo, muchas veces se entregan crónicas sin ese a nuestro juicio imprescindible encabezamiento.
Quizás algunos compañeros lo hagan para no restarle suspense al trabajo, no adelantarle nada al radioescucha sobre lo que quiere expresar. Pero no olvidemos que el mensaje radial está sujeto a muchos factores que se interponen en su camino hacia el cerebro y el corazón de sus destinatarios. Factores endógenos, que están en nuestra propia psiquis, nuestro pensamiento, y exógenos, elementos externos, como el pitazo de un auto, la vecina que gritó, el perro que ladró, etcétera, conspiran contra el mensaje.
Por eso creo que esa breve frase que es el titular puede jugar el papel de atraer, cuando se hace con arte. Incluso lejos de delatar el contenido del texto también puede contribuir al suspense, si el titular es sugestivo.
Defiendo al titular en la crónica radial además, porque estamos en la era de Internet y allí no hay materiales sin titulares. No lo dejemos pues sólo para los editores.Extraido de:
Autor: Ramón Lobaina Consuegra. Medio: Radio Ciudad del Mar. Cienfuegos. Cuba. www.rcm.cu
OTRO TEXTO
La entrevista para la Crónica Radial
(Consejos para estudiantes)
Por Ernesto McCausland Sojo
Es imposible enseñar a hacer una crónica, como quiera que se trata de un formato amplio y libre, además de una visión muy particular de su autor. Pero hay aspectos prácticos del proceso que se deben mantener con rigor, máxime cuando su ejecución técnica –a diferencia de la televisión que incluye camarógrafos- termina en manos de los mismos periodistas.
ASPECTOS HUMANOS
1) El entrevistador debe relacionarse con su entrevistado a un nivel humano. Antes que un periodista, en el sentido estricto de la palabra, debe presentarse más bien como un amigo o un confidente; algo así como los taxistas, a quienes sus pasajeros podrían encontrarse por primera vez en la vida y sin embargo suelen contarle muchas intimidades. Por eso deben evitarse esas presentaciones tipo: "Uno, dos, tres, cuatro, cinco…nos encontramos con el señor…" Lo mejor es comenzar a grabar con cualquier tema sencillo que el entrevistado domine a la perfección. Luego escuchar y reaccionar acorde a lo que se va escuchando. Si el entrevistado cuenta algo triste, el entrevistador debe mostrarle que el relato lo aflige, aunque sin exagerar. Allí nace la magia hipnótica de una entrevista.
2) La crónica debe ir al caso, a la anécdota, al suceso concreto. Si un entrevistado se define como "cascarrabias", es preciso preguntarle de inmediato: "¿Qué tan cascarrabias?".
Así surge la anécdota: "Imagínese que una vez en un restaurante me dio tanta rabia porque se estaba demorando la comida, que casi me ahogo con un vaso de agua y debieron llevarme al hospital". Los buenos cronistas no adjetivan la esencia de sus relatos, sino que los sustentan y le permiten así al oyente encontrar el adjetivo. Por ejemplo, en vez de decir: "Ese tipo es generoso", es mejor decir: "Le dio cien mil dólares a los perros de la calle". El oyente sacará sus conclusiones. Por eso es preciso que las entrevistas busquen y encuentren esa anécdota.
3) El entrevistador debe mantener siempre un estado mental que le permita pensar. De esa manera no omite preguntar lo obvio, o lo que va surgiendo de cada respuesta. Pensar parece fácil, pero muchos periodistas, especialmente jóvenes, actúan mecánicamente y se limitan a desarrollar un cuestionario.
Hay temas que el entrevistado revela desprevenidamente y éstos terminan siendo el núcleo de la entrevista. Si esos temas surgen de soslayo en una entrevista, es preciso ampliar sobre ellos. Por ejemplo, un entrevistado dice: "Cuando yo era niño, comíamos carne, pollo, rata y pescado."
Si el entrevistador no está alerta, lo más seguro es que se la pase lo de rata, y entonces omitirá una subsiguiente pregunta para ampliar el tema. ("¿Cómo así que comían rata? Cuénteme".)
4) Es preciso que el entrevistador controle la entrevista. Muchos entrevistados hablan demasiado y es preciso limitarlos. Eso se logra cuando el entrevistador impone su ley y conduce la entrevista hacia donde la quiere conducir. Ahora bien, tampoco debe el entrevistador cortar con brusquedad al entrevistado, hasta el punto de coartar la armonía de la entrevista. Tampoco debe desestimar o ignorar giros sorpresivos que surjan en un determinado tema.
5) La percepción es vital. No sólo cuenta lo que el entrevistado revela con su voz, sino lo que revela con sus modales, su entorno, su modo de vestir y todo lo que constituya una manifestación de persona o grupo determinado. Por ejemplo, una escuela cuyos pupitres son sillas que los alumnos traen desde su casa es algo digno de ser revelado en una crónica.
Recordemos que el mejor "lead" en la historia del periodismo moderno en Colombia se lo debemos a la perspicacia de Gonzalo Arango, quien se dio cuenta del feo Sagrado Corazón en la sala de la casa de Cochise. (Leer obligatoriamente "Antología de Grandes Reportajes en la Historia del Periodismo Colombiano", Daniel Samper Pizano, Santillana .)6) El entrevistador debe irse al nivel del entrevistado, ingeniárselas para lograr correlacionarse. En un conocido diario había un chofer que era el "arma secreta" del departamento de Judiciales. Ese conductor se le acercaba a un doliente y podía decirle algo así como: "Yo tengo un tío que murió de idéntica forma". Podía ser mentira, pero distensionaba y el conductor terminaba enterándose del fondo de la historia. No se trata de decir una mentira diferente para cada caso, pero hay muchas otras fórmulas de crear solidaridad y empatía.
ASPECTOS TÉCNICOS
1) El ruido es el peor enemigo de los medios audiovisuales. Mucho ojo con el tráfico excesivo, los aires acondicionados, las plantas eléctricas, las multitudes y todo lo que genere excesivo ruido. Lo ideal es alejarse y buscar un lugar ideal.
2) Ojo con el viento en el micrófono. Puede arruinar por completo una entrevista.
3) Ojo con el botón de "pause". Todos tenemos una anécdota de una entrevista que jamás grabó. Sin desconcentrarse, es preciso chequear siempre que el casete de la grabadora, o el cuenta-segundos del minidisc, estén en movimiento.
4) Evitemos la entrevista telefónica. Ésta agiliza mucho la noticia, pero no permite el contacto humano que es vital para la crónica. Es mejor utilizarla como complemento de una crónica, pero no como eje central. Por ejemplo, en el caso de una crónica sobre una adolescente que quedó embarazada, la protagonista debe ser entrevistada en persona.
Si se requiere de un funcionario del ICBF que hable sobre la problemática del embarazo juvenil, ese personaje puede ser entrevistado por teléfono, como complemento. Recordemos: las crónicas basadas en entrevistas telefónicas tienden a ser desabridas.
5) Lo ideal es buscar un sitio en el que el entrevistado se sienta a gusto. Recuerdo que una entrevista con Rocky Valdez quedó muy mal porque el entrevistador lo ubicó bajo el sol y eso terminó molestando al personaje. Son pequeños detalles que marcan la diferencia.
6) Hay que saber buscar el "testigo ideal”. Suelen hacerse crónicas sobre grupos de personas. Por ejemplo, los vendedores de minutos celulares en la calle. Si el periodista entrevista sólo a unos cuántos, es muy probable que entre esos cuántos no estará el conversador ideal, ese que maneja la palabra con magia e ingenio. Hay que entrevistar a muchos antes de que surja el ideal. O quizá, con suerte, será el primer entrevistado.
7) Los teléfonos presentes durante una entrevista no sólo las dañan por el impase técnico que generan -suelen sonar en la mejor respuesta- sino porque desconcentran al entrevistado, lo sacan del estado hipnótico al que el entrevistador pretende conducirlo. Lo ideal es pedirle al entrevistado con mucha delicadeza que descuelgue el teléfono, o que apague el celular, mientras dura la entrevista.
8) Siempre es bueno grabar un par de minutos de sonido ambiente puro. Es preciso pedir silencio y grabar el ambiente sin interferencias externas. También es importante grabar sonidos inherentes al personaje. Por ejemplo, si escribe a máquina, grabar un par de minutos de la máquina solitaria, sin interferencia alguna. Dicho sonido se puede mezclar luego en edición.
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